3ª FIV - Tratamiento

Para este tercer tratamiento de reproducción asistida han vuelto a elegir un ciclo corto con antagonistas pero el proceso ha sido bastante distinto al que tuvimos en nuestra primera FIV, algo que nos da más seguridad y la sensación de que han personalizado el tratamiento para nosotros.

La pauta de medicación para la FIV ha sido la siguiente:

Yasmin durante 17 días
200 de Gonal + 1 ampolla de Pergoveris durante 6 días
200 de Gonal + 1 ampolla de Pergoveris + Cetrotide 0,25 durante 6 días
Cetrotide 0,25 + 2 dosis de Decapeptyl
Azitromicina (antibiótico para el día antes de la punción)

Gonal es una gonadotropina que contiene FSH recombinante, la hormona folículo estimulante y se utiliza para la estimulación ovárica ya que en técnicas de reproducción asistida con in vitro se pretende obtener el mayor número posible de ovocitos.

Pergoveris es una mezcla de varias gonadotropinas ya que contiene 150 UI de FSH recombinante y 75 UI de LH recombinante, también favorece la estimulación ovárica para obtener el mayor número de ovocitos.

Cetrotide es un antagonista de la GnRH y se emplea hacia el final de la estimulación para frenar al ovario y evitar que ovule de forma espontánea y anticipada.

Decapeptyl es un un análogo de la GnRH, induce inicialmente la estimulación gonadotropa y por tanto la secreción de estradiol, se utiliza en lugar de Ovitrelle para ayudar a la maduración final de los folículos ováricos cuando puede haber riesgo de hiperestimulación ovárica.

Como he dicho anteriormente este tratamiento ha sido bastante diferente a los anteriores, en primer lugar no descansé de la píldora y no tuve que esperar a que me viniera la regla para empezar con la estimulación. El mismo día que tuve eco para ver que mis óvulos estaban descansados empecé a pincharme Gonal y Pergoveris.

También me ha sorprendido utilizar Decapeptyl para desencadenar la ovulación en lugar de Ovitrelle, pensaron utilizar una técnica llamada double trigger que combina ambos fármacos, pero por el riesgo a hiperestimular sólo utilizarán Decapeptyl.

Por fin parece que mis ovarios han respondido de forma correcta y en la última eco se veían más de 10 folículos preparados y alguno más pequeño con posibilidades de llegar a la punción.

En el IVI nos hemos sentido súper arropados en todo momento, hemos sentido que nos escuchaban y que trataban nuestro caso con mimo. En unas horas me pincharé el Decapeptyl y espero, confío y deseo que esta vez sí que sea la buena.

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Cambiamos - Nueva clínica de reproducción asistida

Tras nuestro segundo negativo nos dieron el alta en la seguridad social, tuvimos que ir en dos ocasiones. El día de la beta hCG una doctora bastante desagradable (la seta) me dijo que iba a proponer al tribunal que me dieran de alta debido a mi mala calidad ovocitaria y que me recomendaba ir directamente a ovodonación... ¿Alguna os habéis encontrado con médicos tan poco profesionales?

Afortunadamente días después volvía a recoger mi segunda beta hCG ya negativizada y que confirmaba el bioquímico, ahí nos encontramos con otra doctora mucho más agradable. Ella nos dijo que no podía recomendarnos que nos gastásemos un dineral en tratamientos pero que si fuera yo no renunciaría a mis óvulos tan pronto, todavía tenía años por delante para seguir luchando.

Así que una vez desahuciados tendríamos que buscar clínica privada para nuestro próximo tratamiento. Nos tomamos un descanso de unos 3 meses porque yo no tenía fuerzas y pensar en otro tratamiento me mataba, pero a los 3 meses nos pusimos manos a la obra y visitamos 3 clínicas:

Clínica Tambre. Nos proponen: Tratamiento FIV-ICSI con aumento de la medicación que me habían dado hasta ahora.

Mini FIV. Nos proponen: Tratamiento mini, menos medicación con el fin de obtener menor número de ovocitos pero de una mejor calidad.

IVI Valencia. Nos proponen: Tratamiento FIV-ICSI con más medicación y posible acumulación de ovocitos en varios ciclos.

Estuvimos un tiempo dudando entre Mini FIV e IVI y al final nos decantamos por esta última. Aunque mis analíticas y ecografías indicaban lo contrario, mi cuerpo respondía fatal a la estimulación y mi miedo era que la baja medicación de Mini FIV me hiciera tener un ciclo en blanco, sin ningún ovocito. Pensaba que en IVI conseguirían por lo menos lo mismo que en la seguridad social y podríamos repetir ciclos hasta conseguir los 5-6 blastos de buena calidad.

Así que empezamos nuestro tratamiento en IVI Valencia. Realizaríamos las consultas y ecografías importantes allí y el resto de seguimiento nos lo harían en su clínica de Madrid.

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2ª FIV - Punción, transferencia y beta

El día de la punción volvimos a madrugar para ingresar. No se si porque ya sabíamos a lo que íbamos o por mi apatía en todo el tratamiento, esta vez estaba sorprendentemente calmada, como si no fuera conmigo.

Conseguimos que rescataran 5 ovocitos de los cuales sólo 4 estaban maduros y tratarían de fecundarlos.

Esta vez tenía mejor pinta pero yo seguía completamente apática y tranquila, no como si tuviera esperanzas en que en esta FIV conseguiríamos embarazo sino más bien al revés, sentía que esta FIV sería un trámite más y me decía a mi misma que no teníamos derecho a ser papás... No creía y no confiaba en este tratamiento, no me preguntéis el motivo pero así era.

El día de la transferencia el embriólogo nos contó que los 4 ovocitos habían fecundado pero uno de ellos se había parado esa noche. Nos quedaban tres, dos de buena calidad que son los que nos pondrían y uno de mala calidad que no creían poder congelar. En ese momento los sentí como míos, eran nuestros bebés y estaban hablando de dejar morir a uno sólo en el laboratorio... (Quien no haya pasado por esto no entenderá la carga hormonal que llevamos encima y que nos hace estar híper sensibles). Así que miré a M y pedimos que nos pusieran los tres, si tenía que morirse que lo hiciera dentro de mi... La transferencia fue perfecta y nos fuimos a casa los cinco.

La noche del sábado (día 6) noté unos pinchazos en el útero que me obligaron a estar sentada durante toda la noche, la noche siguiente al ir al baño y limpiarme manché... Voy a ser explícita: Manché restos marrones, como un coágulo marrón y ya no volví a manchar. Me asusté pero también pensé que podría ser el sangrado de implantación, aunque me costaba creerlo.

El único síntoma de esta betaespera fue la cantidad de flujo que tenía en la segunda semana, no de la progesterona saliéndose, no... Cuando me levantaba de la cama o hacía algún movimiento sentía como si me bajara la regla, un "chof" de los de toda la vida.

El día 12 de betaespera decidí hacerme un TE, que segundos más malos se pasan hasta que aparece o no la dichosa segunda marca... Y sí, apareció, una línea muy muy leve al lado de la línea de control... Tan leve que tuve que fotografiarla y enviársela a mis chicas de La Paz para que me dieran el visto bueno... Ahí estaba, nuestro primer TE positivo y yo emocionada pero sin creérmelo, algo me decía que la línea era demasiado débil y que olía a bioquímico.

Al día siguiente repetimos el TE y exactamente igual, eso no subía y yo cada vez me sentía más convencida de que no marchaba bien... A los dos días nos hicimos la beta que confirmaba mis sospechas, habíamos tenido un embarazo bioquímico con un beta de 18 mIU...

Esta FIV la había vivido en tercera persona pero el resultado me dejó totalmente hundida, nunca y digo nunca me he sentido así de rota, nunca me he asustado de sentir que no era capaz de levantar cabeza. Durante semanas no hacía otra cosa que llorar y me ha costado muchos meses y mucha ayuda volver a ver a ser yo.

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2ª FIV - Tratamiento

En nuestra 2ª FIV cambiaron la técnica y utilizaron un ciclo largo con agonistas.

La pauta de medicación, para este tratamiento, fue bastante distinta:

30 días de Decapeptyl 1 ampolla

12 días de Menopur 150 UI + 1/2 ampolla Decapeptyl

Ovitrelle 250

400 de Progesterona desde la punción

El Decapeptyl es un análogo de la GnRH (hormona liberadora de gonadotropinas) cuya función principal es aumentar la liberación de las hormonas que intervienen en el desarrollo folicular. Si se inyecta durante aproximadamente 15 días se produce una desensibilidación hipotalamo-hipofisiaria y los niveles de estradiol bajan drásticamente.

Menopur es una gonadotropina que contiene FSH y LH y ayuda a estimular el crecimiento de los folículos ováricos.

De nuevo usamos Ovitrelle (hCG recombinante), ya que será el responsable de la maduración final de dichos folículos.

Durante este ciclo mis ovarios también respondían despacio pero no hubo ningún folículo dominante que se quedara con toda la hormona, así que parecía que estaba todo más repartido entre unos cuantos.

Por mi cuenta tomaba aceite de onagra y levadura de cerveza, ya que leí en internet que regulan las hormonas y pensé que me vendrían bien y podría ayudar a que no pasara lo del ciclo anterior.

Aunque el tratamiento fue bastante más largo, esta vez no llevé tan mal la medicación, no me hinché casi y apenas tuve síntomas. Sin embargo me encontraba apática y llena de miedos, temía que se repitiera el síndrome del folículo vacío, estaba convencida de que no lo íbamos a lograr y me sentía totalmente desganada, como si este tratamiento fuera un trámite más por el que debíamos pasar para "algún día" conseguir ser padres...

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1ª FIV - Punción, transferencia y beta

Ecografía transferencia - 1ªFIV

Llegó el día de la punción folicular, ingresamos a las 7:30 de la mañana, en una habitación compartida con una pareja que también se encontraban en su primer FIV.

Yo me sentía nerviosa, una mezcla de temor a lo desconocido se sumaba a la ansiedad que tenía por ser mamá. M no me soltó la mano ni un segundo mientras pudo, siempre muy pendiente de mi.

Vinieron a buscarnos, M fue a dejar su esperma y yo entré en quirófano. Me prepararon cubriéndome entera y cuando me quise dar cuenta estaba en el pasillo, medio dormida, hablando con la doctora que me explicaba que de los 7 folículos a los que le había hecho la punción sólo 2 contenían ovocitos... ¿Cómo que sólo 2? ¿Eso es posible? Sí, se llama síndrome del folículo vacío y su causa es desconocida para los médicos, aunque circulan varias teorías de las que hablaré en otro post.

La transferencia sería dos días después, teníamos que esperar dos días, dos horribles e interminables días a ver si el ovocito maduro había fecundado bien y si el inmaduro podría madurar, lo justo para ser fecundado. La suerte quiso que al día siguiente de la punción el embriologo nos llamara para adelantar la hora de la transferencia y viendo mi preocupación me adelantó que el ovocito inmaduro no se había podido fecundar pero que el otro sí y se desarrollaba de manera normal. Esa mañana lloré, lloré aliviada porque finalmente tendría transferencia y lloré de pena porque nos lo jugábamos todo a un único embrión y nuestras posibilidades disminuían notablemente.

Me realizaron la transferencia mientras me encontraba con la vejiga llena. La doctora no fue nada optimista y ya hablaba del próximo tratamiento después de las vacaciones de verano, si hay algo que he echado más en falta en la Seguridad Social, además de la carencia de recursos, ha sido la falta de empatía para algunas situaciones.

Mi primera betaespera coincidió con el fin de semana y esos días hice reposo relativo. Fue una montaña rusa de síntomas y emociones, en un segundo creía estar embarazada y al siguiente estaba segura que no, tenía el pecho hinchado, dolores de regla, me apareció la línea alba... Fueron los 15 días más largos de mi vida, no podía con la incertidumbre y la sobredosis hormonal no ayudaba.

Me convencía a mi misma y pensaba que no estar embarazada me permitiría disfrutar de las  vacaciones como si fueran las últimas de M y mías, que la siguiente vez saldría mejor y que esta había sido un mero trámite.

Pasé tanta ansiedad durante 15 días que el día que me dieron el resultado de mi beta negativa, respiré.

Era mediados de junio, teníamos por delante unas semanas para preparar esas últimas vacaciones sólos y cuando quisiéramos darnos cuenta estaríamos otra vez manos a la obra, la siguiente seria la nuestra... O no...

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